La oyes al levantarte en la radio, te la encuentras por la tele cambiando de canal, la escuchas cuando vas a comprar ropa, vuelves a oirla en el coche discoteca de turno, te la imponen en el chiringuito/pub al que vas, te taladra la cabeza de nuevo cuando suena en el móvil de algún amigo cuando lo llaman, te topas con ella en los anuncios de Spotify... son esas canciones que puede que en un principio te gustasen, pero que las escuchas tantas y tantas veces a lo largo del verano que acabas deseando ser obligado a escuchar 1000 veces un tema cantado por Belén Esteban antes que volver a oírla (bueno ahí me he pasado).
Sin duda, todo aquel que llegue a este punto ya tendrá algún nombre en mente, y siendo aún verano 2010, está clarísimo que el tema que solo puede venír a la cabeza en este momento no puede ser otro que "We no speak americano".
Sí, seguro que te ha entrado repelús solo de saber que si le das al play en el vídeo de arriba, serás torturado de nuevo con el maldito tema de marras. Eso es porque no sabes que además traigo varios temas que seguro que no recordabas, pero que años atrás también nos pusieron los cojones (u ovarios) hinchados de tanto deleitarnos los oídos con sus bellas melodías.
Pasamos al tema que hizo que el año pasado nos hiciesen entrar ganas de morir ahogados en nuestro propio vómito de una salmonela. No es otro que "I know you want me".
Ahora la de 2008, "Infinity", aquella canción cuya escucha nos hizo deseosos que las únicas trompetas que nuestros oídos escucharan en ese momento, fueran las putas trompetas del juicio final.
Pasamos a 2007 con Rihanna y su "Umbrella", con una de las canciones con mayor repercusión de los últimos años, siendo versionada por una cantidad impresionante de grupos y estilos diferentes. Por supuesto, una escucha más de la canción original nos podría despertar nuestras mayores y más profundas pesadillas.
Y por último 2006 con "Lamento boliviano", una de las mayores bazofias que nuestros oídos han tenido la desgracia de ser torturados.
¿Cuál será el tema de 2011 que acabará taladrándonos el cerebro? Por suerte aún nos queda, así que hasta entonces podremos respirar tranquilos, o al menos siempre que tomemos la precaución de no encontrarnos con el paparamericano de los cojones en la siguiente esquina.
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