martes, 14 de diciembre de 2010

Queridos reyes magos:

Lo siento si os molesto, y ya sé que llevo mucho años sin escribiros, pero éste año mi necesidad es mayúscula. Nunca he sido una persona materialista, ni ambiciosa, pero siento que me falta algo, que no sé si nunca he tenido o que perdí hace ya mucho tiempo. Es, además, algo que no pido solo para mi, sino que también quiero compartir con toda la gente que también lo necesite. Porque todos y cada uno de nosotros sentimos necesidades a lo largo de la vida, y es la motivación la que nos empuja a alcanzarlas. Y por eso este año lo que pido, no es la meta, es la ilusión de conseguirla, y no para mí, sino para todos. Fue algo que se perdió, o que tal vez nunca tuvimos, pero que todos necesitamos. La ilusión de querer, de sentirse correspondidos, la ilusión de vivir ilusionado.

No es sino en la niñez, cuando sentimos esa fuerza para alcanzar lo que queremos, esa luz interior que se va apagando poco a poco cada año, a cada fracaso. Es algo pretérito que sigue siendo vital para avanzar, para querer vivir, para sentirnos vivos. Porque la rutina, la desilusión, y el sentirse maltratado por uno mismo, hace que nos destruyamos poco a poco, apagando cada vez más esa débil luz, que a pesar de todo se esfuerza por brillar, aunque ínfimamente. Y entonces ya solo nos queda el llorar, desahogándonos cuando sentimos que al final hemos acabado tocando fondo.

No quiero volver a sentirme así, no quiero volver a tropezarme intentando encender la poca llama que me queda. Pero dice el dicho que quien nada arriesga, nada gana, y ahora, de nuevo, quiero volver a intentarlo, a arriesgarme. Porque aunque solo sea por una vez, quiero volver a sentirme de niño nuevo. Y aunque solo dure un instante, quiero volver a ser niño, a tu lado.

Felices fiestas a todos :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario