Volviendo de Cádiz

Tengo la horrible sensación de que me han pegado una paliza. Siento el cuerpo flojo, estoy cansado, y solo tengo ganas de tirarme en el sofá. ¿La razón? Las 3 horas que me he tirado en Cádiz haciendo la prueba de acceso al grado superior, donde cuestinaban mis conocimientos de lengua, matemáticas e inglés. Ya lo he acabado, y debería estar tranquilo y aliviado porque me he quitado un grandísimo peso de encima, pero no lo estoy para nada. No puedo estarlo, al menos hasta que me digan la nota, y eso no será hasta el lunes 14, así que hasta entonces viviré con mis testículos mudándose unos cuantos pisos más arriba.

He ido con más expectativas de las que quise tener, pero me las fui creando a medida que veía más cercano el posible aprobado. Y es que realmente solo quería ir como prueba de ensayo y error, ya que con las prácticas y el proyecto del módulo de grado medio no he tenido casi ni tiempo para estudiar, y en septiembre hay una nueva prueba de acceso. Pero claro, ¿quién tiene ganas de estudiar en verano xD?

Así, mis objetivos eran claros: centrarme en aprobar lengua e inglés, y dejar matemáticas para septiembre. Al final, matemáticas ha sido casi la que más he estudiado, cosa que me ha venido bien porque el nivel no era muy alto, pero sin embargo es la asignatura que aún así probablemente sea la que más posibilidades tenga de suspender. En inglés tampoco estoy muy confiado, pero creo que el 5 o el 6 están casi asegurados. Y lengua... tiradísimo. Me hicieron leer un artículo de El país escrito por Elvira Lindo, en el que la tía se despachaba agusto con los lectores que la armaban con artículos del periódico, ya que muchos solo leían los titulares y ni siquiera se molestaban en leer la columna para averiguar la razón del suceso. Una mierda pinchada en un palo, pero que me ha servido de inspiración para la redacción que me pedían hacer. Se trataba de hacer una crítica sobre el alarmismo social injustificado. En cuanto leí eso se me escapó una sonrisa, estiré los músculos, coloqué bien la silla, apoyé bien mi codo derecho (soy diestro) y comencé a ametrallar letras en el folio. Me pedían mínimo unas 150 palabras, pero lo cierto es que casi me quedo sin hoja. Triste de mí de no poder ver la cara del profesor que vaya a corregir eso, porque debe ser un poema desde luego.

Así que ya, a esperar toca, a terminar de hacer el proyecto en medio del suspense, y sobrevivir estas escasas 3 semanas de puto delirio xd.