lunes, 1 de marzo de 2010

¿Una industria que se hunde?

La música, aquello que está en la vida de todos. Podemos escucharla en nuestro despertador, al encender la tele al desayunar, al poner la radio cuando vamos en el coche, cuando estamos en el trabajo, cuando vamos a comprar, cuando vemos una película o serie, cuando visitamos internet, cuando jugamos a la consola, cuando nos llaman al teléfono, o simplemente cuando usamos nuestro mp3. Está siempre ahí, y es algo que nos gusta disfrutar y que necesitamos todos, independientemente de nuestro gusto musical.

La música es un arte, pero además una industria, que como todo en esta vida, mueve dinero. Y donde hay dinero, siempre hay gente detrás. Como pasa además con el cine, tenemos música buena o música mala que nos tratan de vender, pero que a diferencia del cine, no ha sabido adaptarse todo lo bien que debería.

Todos de vez en cuando hemos podido escuchar como muchos "artistas", se quejan de que cada vez venden menos discos, culpando de ello a la piratería. "Artistas" que dependen enteramente de la ventas de sus discos para seguir grabando. Pero es normal que esto pase en pleno siglo XXI, donde ya todo el mundo usa mp3 o acc, y los reproductores de cds quedaron desfasados. Ya hace tiempo que comenzó la época del cambio, ahí tenemos grandes plataformas como Itunes, Spotify o LastFM, pero muchas de esas productoras o distribuidoras no han querido o no han sabido acoplarse al cambio.

Las discográficas (sobretodo españolas) contrarias a ADAPTARSE a la época, prefieren vivir en el pasado culpando de todo a la descarga ilegal por internet. Hablo de compañías como Blanco y Negro Music, Discmedi, Distribuciones Disclub, Fonogramas Metropol, Ok Records, Pias Records Spain, Popstock, Producciones Blau, Bcore Disc, Columna Música, Gorvijac Music, Kasba Music, K-Industria Cultural, Meta Network, Música Global Discográfica, Open Records y Picap. Sí, compañías que no conoce ni su madre, y cuya gran mayoría llevan al "éxito" grandes estrellas que venden su cara y no saben lo que es llevar una producción, y muchísimo menos lo que es componer.

Como siempre, el único perjudicado en todo esto es el usuario final, los que simplemente quieren disfrutar de la música. Nos tratan de censurar todo lo posible en internet, nos chapan las redes P2P y ahora nos tratan de cerrar webs y blogs. Y por supuesto mencionar a nuestra queridísima SGAE qua trata siempre de sacar un porcentaje de cualquier movimiento (aka robar), ya sea cobrando un canon hasta por comprar una simple impresora o cobrando a una peluqueria por PONER LA RADIO EN EL LOCAL. Aquí todos somos ladrones, y por tanto a pagar canon, ya seamos moros o cristianos. Y lo peor es que pagar ese canon no nos exhime de cualquier multazo por piratear algo. Ley de la presunción de inocencia tirada por el retrete. Y mejor no lo digo muy alto, que cualquier día nos hacen pagar por usar papel higiénico, no vaya a ser que nuestras heces salgan con cara de Bisbal.

Lo mejor es que mientras a nosotros nos la clavan, Bustamante y derivados seguirán permitiendose cochazos. BIBA EJPAÑA :D!

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